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El boxeo como tecnología de género – Hortensia Moreno

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La exposición pública —como cualidad del hombre público— no requiere justificaciones explícitas cuando son los varones los que “exponen el físico”,mientras que para las mujeres —como característica de la mujer pública—adquiere connotaciones de atentado al pudor y es una vergüenza para los custodios del honor familiar.
Las boxeadoras, por su parte, saben que están invadiendo un territorio. Como invasoras de una arena dominada por varones, donde ellas siempre se encuentran en franca minoría, tienen que contrarrestar las fuerzas expulsoras mediante cursos de acción deliberados. Las fuerzas expulsoras incluyen unatendencia a tipificar a las atletas como masculinas u hombrunas. La resistencia contra los estereotipos obliga a las boxeadoras a sobre-enfatizar su feminidad. El énfasis se desliza en dos espacios no necesariamente coincidentes: o bien la reafirmación de los rasgos más comúnmente identificados con la feminidad, comofragilidad, suavidad, sumisión, y junto con ellos belleza, delgadez, elegancia, obien el realce de ciertas características más o menos explícitamente sexuales.
Las boxeadoras ponen en acto tácticas para modular su acceso a un coto donde todavía hay una hostilidad latente. Las más frecuentemente recurridas pararealzar su feminidad son el uso de vestimenta, maquillaje, peinados y accesorios convencionalmente femeninos; un posicionamiento corporal explícitamenteheterosexual con un visible esfuerzo por mantener una imagen atractiva; y unlenguaje “apropiado”, que evita el uso de expresiones “vulgares” o “groseras”.
De esta forma, la feminidad sigue siendo un referente para las boxeadoras. Como la exhibición de destreza física desafía los “límites de la feminidad”, la necesidad de exhibir una apariencia femenina se vuelve central: las atletas “femeninas” no representan una amenaza tan aguda para el orden simbólico de género como la que plantean aquellas que podrían competir contra los deportistas en su propio terreno, ni generan tanta ansiedad como una mujer que no está bajoel control de los hombres. Según algunas feministas, la participación femenina en deportes decombate es una forma de “empoderamiento” porque re-escribe los guiones [scripts] culturales convencionales y permite a las mujeres constituirse como sujetos de una manera que no está determinada por aquéllos, en un proceso deformación de la subjetividad donde se crea el capital cultural —corporal— que se caracteriza como “masculino”.
La experiencia de las boxeadoras que no se sujetan a la norma de la feminidad enfatizada demuestra en cierta medida que la agencia [agency] de las mujeres no es un hecho dado, sino un proceso que tiene lugar en el cuerpo y puede utilizarse para ofrecer resistencia en los espacios simbólicos y materiales que las mujeres no controlan. De esta forma, las tecnologías de género que los varones practican en el boxeo dan lugar a transformaciones (en los planos emocional, corporal, cultural y político) que redefinen el cuerpo femenino.
En la arena social del boxeo coexisten, junto con los más estereotipados,otros tipos de feminidad que podríamos caracterizar como “nuevos”, “diferentes”,“no tradicionales”. En los testimonios de las boxeadoras se puede adivinar lanecesidad de ajustar al pensamiento dominante los rasgos de una posición anómala.
En general, utilizan tácticas discursivas que les permiten al mismo tiempo trivializar y reivindicar su presencia en un campo fuertemente marcado por elnero. Hay a la vez una descarga de significación y un reconocimiento de importancia. Expresan un sentimiento de pertenencia, de orgullo personal y una difusa convicción de estar vulnerando límites al dedicarse a un oficio que, en última instancia, ocupa un lugar especialmente prestigioso en el imaginario social, precisamente por estar tan fuertemente generificado.